(Fuente: Primerahora)
El joven de 21 años, relató los esfuerzos, sin fruto, que hizo para poder salvar la vida de la víctima, a quien solo “conocía de vista”.
Caguas. Uno de los asistentes a la fiesta en la que fue asesinado Jan Carlos Alvarado Martínez en la madrugada del 29 de junio pasado, narró este martes los últimos minutos del “disc jockey” de 18 años, en la continuación del juicio contra Jean Carlos “Jeanpeca” López Carrasquillo, a quien se le acusa de haberlo matado de un disparo en el pecho.
López Carrasquillo está acusado de un cargo de asesinato en primer grado y cinco cargos de violación a la Ley de Armas por los hechos ocurridos durante una fiesta de jóvenes, a la que supuestamente no estaba invitado por los organizadores y a la que asistió presuntamente armado en compañía de Heriberto Martínez León, su vecino en el caserío Brisas de Cayey, y quien fue coacusado en el caso.
Casi un año después de que ocurrieron los hechos en la urbanización Hacienda Sabanera de Cidra, el testigo, un joven de 21 años, relató los esfuerzos, sin fruto, que hizo para poder salvar la vida de la víctima, a quien solo “conocía de vista”.
Esa madrugada, explicó durante el interrogatorio del fiscal Ángel García, que luego de escuchar una detonación, se escondió tras una columna hasta que oyó a alguien gritar “¿por qué lo hiciste?”. Luego, dijo que oyó a alguien exclamar “un carro, un carro”.
Su auto, detalló, era uno de los pocos que se encontraba estacionado frente a la residencia debido a la decisión que adoptó la seguridad del complejo residencial y de los propios inquilinos, de no permitir el acceso a visitantes a esa casa debido a que los propietarios se encontraban fuera del país. La fiesta fue organizada, entre otras personas, por el hijo del dueño de esa casa.
El testigo dijo que se ofreció a llevar a Alvarado Martínez, conocido como Yankee, a un hospital. Agregó que el DJ aún estaba con vida cuando fue cargado por varios de los invitados y montado en la parte posterior de su auto.
Narró que salió de la residencia a toda velocidad, y que mientras conducía lo miró ocasionalmente y observó como se le ponían los ojos en blanco. También dijo, lo oyó balbucear.
“Yo le decía ‘no te vayas, Yankee, no te vayas, por favor’”, señaló al describir la ruta que tomó para salir de la casa.
Mencionó que tuvo que reducir la velocidad porque debía tomar un badén, y que luego aceleró el vehículo como a unas 65 millas por hora. Fue entonces, que un guardia de seguridad del complejo residencial se le atravesó con una patrulla privada, y en su intento por evadirla chocó contra un poste, provocando daños totales en su vehículo.
El testigo indicó que al decirle al guardia que llevaba una persona herida en su auto y pedirle ayuda para transportarlo en su patrulla, él le habría respondido con un gesto de indiferencia y le habría expresado “yo no puedo hacer nada sobre ese asunto”.
Luego de eso, dijo que sacó a Yankee del vehículo y lo colocó en el suelo hasta que llegaron efectivos de la Policía, unos 15 minutos después.
El testigo había declarado sobre la iluminación del área de la fiesta, pero que era la suficiente para distinguir a las personas, y que en esa parte de la casa se había colocado una bola de espejos para lograr el efecto de una discoteca. Fue en la terraza donde permaneció la mayor parte de la fiesta, según su testimonio.
Durante el contrainterrogatorio, el abogado Carlos Rodríguez Cruz abundó en el tema de la iluminación, pero se centró en su mayoría en el proceso de entrevista que el joven tuvo con el agente investigador Jesús Torres.
Al ser cuestionado sobre si el agente Torres tomó anotaciones, el testigo respondió que sí, y que incluso habría colocado su firma en las hojas como evidencia de que lo que estaba en los papeles concordaba con el testimonio presentado.
No obstante, Rodríguez Cruz asegura que las copias de esa declaración no le fueron entregadas por el ministerio público, representado por García y la fiscal Yaritza Carrasquillo.
Tras un receso de aproximadamente media hora, Torres compareció en sala, y a preguntas del juez Roberto Angleró, declaró que las anotaciones que había hecho en esa entrevista fueron generales y que las mismas habían sido entregadas a los fiscales.
Rodríguez Cruz manifestó una queja similar este lunes, durante el interrogatorio a otra testigo.
De hecho, los ánimos se caldearon durante el receso entre Carrasquillo y Rodríguez Cruz.
La jornada del día terminó con el interrogatorio a Amarti Rivera Jaime, agente investigador del Instituto de Ciencias Forenses (ICF), quien tras brindar información sobre su preparación académica y profesional, brindó detalles específicos sobre la escena.
Rivera Jaime sostuvo que cuando llegó a la escena, a eso de las 3:00 a.m. junto a otros dos compañeros de trabajo y un supervisor, vio el cuerpo de Yankee tirado el pavimento, cerca de un auto Acura gris, chocado. Esta declaración coincide con la ofrecida más temprano por el joven testigo.
Añadió que el paso de personas externas a la escena había sido bloqueado por patrullas, cuando llegó para iniciar el protocolo de Ciencias Forenses.
Durante el contra interrogatorio, la defensa insistió en el tema de la preparación académica y profesional del agente y le cuestionó sobre cómo se mantenía al día sobre las últimas tendencias en investigación forense y de casos criminales.
Rivera Jaime le respondió que el ICF les proveía la educación necesaria para poder mantenerse acreditados.
Asimismo, Rodríguez Cruz le enumeró una serie de libros especializados en investigación forense para el que testigo indicara si los había leído, en un intento por minar su capacidad profesional.
Según la teoría presentada por la fiscalía, López Carrasquillo le habría disparado a Yankee en medio de la fiesta esa madrugada, siendo ayudado para huir de la escena por Heriberto “Herisito” Martínez León, quien se declaró culpable y fue sentenciado a seis meses y un día de cárcel por un cargo de encubrimiento.
Martínez León ya cumplió y está libre desde diciembre pasado.
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