(Fuente: PrimeraHora)
Las diminutas flamas de las velas de un altar de santería, en un apartamento donde dormía sola una infanta de 11 meses de nacida, pudieron haber sido la causa de un voraz incendio que en cuestión de minutos consumió la estructura y calcinó a la indefensa criatura.
El jefe del Cuerpo de Bomberos, Ángel Crespo, reveló que el incendio, en el que falleció la bebé Ana Camila Rivera Pérez, no fue intencional. Dijo que el inspector de incendios Abelardo Pérez concluyó que el mismo fue causado por las velas encendidas en el pequeño apartamento donde dormía la bebé, en la parte trasera de una residencia en la Cuarta Sección de la urbanización Country Club de Carolina.
“No encontramos evidencia de que haya sido provocado deliberada o intencionalmente, eso fue descartado, se trata de un accidente por factores de riesgo que en esta ocasión son velas”, declaró a este medio Crespo, quien agregó que el altar se encontraba a unos ocho pies de distancia de la cuna.
En el siniestro también murieron dos guacamayos que se encontraban en una jaula, se informó.
Los hechos ocurrieron a las 9:54 a.m. de hoy, mientras la bebé dormía en el apartamento construido en madera, cemento y zinc.
"Es parte en madera y zinc pero la parte que se quema, que es el dormitorio, es en cemento y el techo de zinc", sostuvo la teniente Tania Medina, del Cuerpo de Bomberos, quien agregó que parte del techo se desplomó mientras se realizaban las labores de extinción.
Los vecinos narraron que sintieron el fuerte olor a humo seguido de los gritos de los familiares que intentaban salvar a la menor, porque el fuego no se propago hasta la residencia principal.
El abuelo de la niña Wilfredo Rivera Vidot, de 54 años y quien recientemente fue operado del corazón, intentó socorrerla pero cayó al pavimento al sufrir problemas respiratorios.
“Es un accidente lamentable ellos eran locos con esa bebé", exclamó su vecina, Elba Rivera.
“Yo quiero a mi beba, no me importa la casa, quiero que me pongan en los brazos a mi bebé”, gritaba desconsolada Lilliam Santana Nieves, abuela paterna de la nena, según lo narraron los vecinos.
El caso fue investigado por el agente Kenneth Isaac, de la División de Homicidios del área de Carolina y el fiscal Alexis Arraíza. Personal del Departamento de la Familia también se unió a la pesquisa.
Los padres de la niña identificados como José L. Rivera Santana, de 29 años y Beatriz Pérez, de 20, están separados y la menor llevaba unos siete días en la casa de sus abuelos paternos donde la cuidaban.
Mientas las autoridades laboraban en la escena, familiares de la progenitora de la bebé llegaron desesperados a reclamarles por su muerte y se registró un fuerte altercado que requirió que los policías estatales y municipales intervinieran para evitar una agresión.
“Yo llevo siete días con ella solo… Yo soy el que me paso con esa nena”, gritaba el padre, mientras se daba golpes de pecho.
Las diminutas flamas de las velas de un altar de santería, en un apartamento donde dormía sola una infanta de 11 meses de nacida, pudieron haber sido la causa de un voraz incendio que en cuestión de minutos consumió la estructura y calcinó a la indefensa criatura.
El jefe del Cuerpo de Bomberos, Ángel Crespo, reveló que el incendio, en el que falleció la bebé Ana Camila Rivera Pérez, no fue intencional. Dijo que el inspector de incendios Abelardo Pérez concluyó que el mismo fue causado por las velas encendidas en el pequeño apartamento donde dormía la bebé, en la parte trasera de una residencia en la Cuarta Sección de la urbanización Country Club de Carolina.
“No encontramos evidencia de que haya sido provocado deliberada o intencionalmente, eso fue descartado, se trata de un accidente por factores de riesgo que en esta ocasión son velas”, declaró a este medio Crespo, quien agregó que el altar se encontraba a unos ocho pies de distancia de la cuna.
En el siniestro también murieron dos guacamayos que se encontraban en una jaula, se informó.
Los hechos ocurrieron a las 9:54 a.m. de hoy, mientras la bebé dormía en el apartamento construido en madera, cemento y zinc.
"Es parte en madera y zinc pero la parte que se quema, que es el dormitorio, es en cemento y el techo de zinc", sostuvo la teniente Tania Medina, del Cuerpo de Bomberos, quien agregó que parte del techo se desplomó mientras se realizaban las labores de extinción.
Los vecinos narraron que sintieron el fuerte olor a humo seguido de los gritos de los familiares que intentaban salvar a la menor, porque el fuego no se propago hasta la residencia principal.
El abuelo de la niña Wilfredo Rivera Vidot, de 54 años y quien recientemente fue operado del corazón, intentó socorrerla pero cayó al pavimento al sufrir problemas respiratorios.
“Es un accidente lamentable ellos eran locos con esa bebé", exclamó su vecina, Elba Rivera.
“Yo quiero a mi beba, no me importa la casa, quiero que me pongan en los brazos a mi bebé”, gritaba desconsolada Lilliam Santana Nieves, abuela paterna de la nena, según lo narraron los vecinos.
El caso fue investigado por el agente Kenneth Isaac, de la División de Homicidios del área de Carolina y el fiscal Alexis Arraíza. Personal del Departamento de la Familia también se unió a la pesquisa.
Los padres de la niña identificados como José L. Rivera Santana, de 29 años y Beatriz Pérez, de 20, están separados y la menor llevaba unos siete días en la casa de sus abuelos paternos donde la cuidaban.
Mientas las autoridades laboraban en la escena, familiares de la progenitora de la bebé llegaron desesperados a reclamarles por su muerte y se registró un fuerte altercado que requirió que los policías estatales y municipales intervinieran para evitar una agresión.
“Yo llevo siete días con ella solo… Yo soy el que me paso con esa nena”, gritaba el padre, mientras se daba golpes de pecho.
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